viernes, diciembre 23, 2005

Feliz Navidad

¿Cuántas veces se escucha esa frase? apuesto que ninguna tiene significado.

Y no voy a hablar del significado de la Navidad, porque es un tipo de conocimiento que al ser abstracto y subjetivo se diluye fácilmente en la búsqueda de un significado en común.
Religiosos celebran el nacimiento de Cristo, pero todo demuestra que este evento fue un día de marzo y no de diciembre (17 es lo más exacto). Publicistas dicen que es una fecha para regalar "amor y paz" acompañando seguramente la frase de algún producto, que finalmente comprará algún espacio en el corazón de algún niño, quien a futuro será también un potencial cliente y consumidor (es sólo un inversión).

Yo en esta fecha haré cualquier cosa menos regalar, porque ni el amor, ni la paz se regalan, sino se construyen. Tampoco voy a celebrar, ¿qué se puede celebrar?... ¿un pan de pascual?, ¿un cola de mono?, ¿un árbol de navidad? todos símbolos occidentales, descontextualizados de la realidad cultural que me a tocado vivir y asimilar. "Un regalo es símbolo del regalo que hicieron a Cristo los Reyes Magos", ¿Reyes de qué reinos?... ¿Damasco, oriente...?

¡Qué paradoja más brutal! celebrando el nacimiento de un judío, con símbolos occidentales... ¿dónde mierda he visto esto antes?... ¡ya recuerdo! en el imperio de Sión, en U.S.A.

¡¡VIVA EL COMERCIO!!

¡¡FELIZ NAVIDAD A TODO EL QUE PUEDA COMPRARLA!!


martes, diciembre 06, 2005

Bajativo

En un restaurante clásico y con onda, como el Normandie de Providencia.

La recepción muy buena, unos pasos dentro del local, miro alrededor, elijo donde sentarme... en una especie de salón VIP, hay una mesa vacía, la mesa de atrás reúne a Zurita y compañía, disfrutando de la cena, la mesa de al lado tiene al líder socialista Ricardo Núñez y familia... pensé: “esta es mi mesa”. Ordenamos “Fetuchi Trimera” y una fina botella de Merlot Reserva, delicioso plato a las finas hierbas. Después del extasis, una moza amablemente se ofrece para ir a comprarnos cigarrillos y disfrutar así de un bajativo, como a la vieja usanza, por gentileza de la casa. ¡Qué bochorno! El mozo nos dice que el dueño del local no autoriza el bajativo porque nuestra cuenta es muy baja, apenas $13.000 que a mi juicio no son despreciables, le insistí al mozo, para que hablara con su jefe, y enviara el preciado elixir digestivo, volvió a decirme “no es que no quiera darles el bajativo, pero mi jefe insiste que no, que la cuenta es muy baja”.
Preguntando, supimos que en la mesa de Zurita la cuenta fue de $37.000, habían 6 personas incluyéndolo, si dividimos por persona obtenemos: $6.166. En la mesa de Núñez (felicitaciones por el vino), la cuenta fue de: $24.000 (al alcance de cualquier socialista...), habían 3 mujeres con él (supongo 2 hijas y una esposa), $6.000 per cápita.

No soy experto matemático, pero trece mil dividido por dos son: $6.500, ¡Eureka! Adivine usted quien pagó más.

Moraleja: el Titanic se hundió, a mi juicio, por la soberbia del hombre... el Normandié, de Providencia 1234, con ese criterio está “dando agüita”. Penoso.


A quien lea este texto, de ahora en adelante ¡yo invito los próximos bajativos!, me encuentran por Providencia, en cualquiera de esos restaurantes/bares clásicos antiguos, eso si, desde hoy nunca más en el Normandie, ¿más que claro no?.